Editorial

Editorial

Sobre la situación Policial se vive en la vecina orilla, y las posibles repercusiones en la región y nuestro país planteamos:

Comenzamos diciendo que el sistema político no conoce a fondo la realidad Policial, este debería conocer las verdaderas condiciones de trabajo del “trabajador Policial” y la precariedad de este trabajo, entonces es claro que decimos que el sistema político por si, no por asesores, debe prepararse en los tema de seguridad, para poder discutir en serio y con objetividad, para poder negociar con estos trabajadores, es la única forma de mejorar las cosas.

El mismo Policía en su gran mayoría por ahora no se considera “trabajador”, se miente a sí mismo “soy un funcionario público, especial”, eso impide la lucha para lograr lo que cualquier trabajador desde hace más de 50 años, la laborización Policial, respetando derechos y condiciones de trabajo, de ninguna manera va en desmedro de la disciplina, porque es necesario tener buenas condiciones de trabajo de la Policía en general acompañado de un salario suficiente para que el Policía y su familia vivan de su trabajo, tratar de que vuelva la vocación Policial, deberían formarse equipos de Policías para elaborar planes y conducirla, hoy día gerenciarla, estamos a tiempo de competir por el status debe de representar, recuperar la ética Policial, en cuanto a la capacitación, se podría logar a pleno, siempre y cuando el Policía sólo se dedique a este trabajo, sin agregar ningún otro tipo de tarea anexa, es fundamental el esparcimiento y vida social, además de vacaciones pagas, contención psicológica.

Tratar de mejorar las condiciones de los materiales de trabajo, las condiciones edilicias de muchos lugares dónde se presta servicio Comisarías y Cárceles(dónde trabaja el Policía) ya que muchas veces todo el día y todo el año se trabaja en la miseria, en la mayoría de estos lugares hasta debe limpiar el propio trabajador Policial, esta no es una tarea para la cual se le prepara, esto marca una ausencia de planificaciones e inversiones para mejorar las condiciones de trabajo, para ello debe proyectarse como deben ser las estructuras de las dependencias o lugares de trabajo, ya que las cúpulas han demostrado no preocuparse en general por el bienestar de su personal, porque al menos no vemos presenten estos planes que mencionamos. Los medios de trabajo son fundamentales, es verdad muchas veces no son cuidados como se debe, se destroza, por lo que estamos de acuerdo en responsabilizar y por supuesto no deben faltar los medios de protección.

Las grandes Policías han evolucionado en base a la inversión, inversión e inversión, para tener patrullajes, cámaras, etc., y por supuesto la transformación tecnológica.

Sobre la formación y capacitación, no se necesita ser abogado, sociólogos o licenciados, para ser buenos Policías, no se necesita ser un universitario, sí que sepa que hacer cotidianamente, ya que muchas veces no hay entrenamientos adecuados, no hay protocolos y no se enseña adecuadamente el manejo de personal, y muchas veces por no saber nada quienes manejan personal, esta inseguridad los lleva a ser autoritarios exhibiendo brutalidad e ignorancia, deben de promoverse las especialidades y Jerarquías, para los derechos de los trabajadores Policiales internamente no existe ningún ámbito dónde puedan quejarse individual o colectivamente y se les atienda debidamente, tampoco el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, se ha interesado en el tema, ya que debería tener una mesa permanente, para prevenir y pacificar los conflictos que surgen, poniendo como excusa que existen varios sindicatos, si hablamos un representante por cada uno de ellos, es posible, no mientan más, digan que no les interesa.

Hoy aún a más de 30 años de recuperar la democracia, se mantienen intactos leyes, reglamentos disciplinarios dictatoriales, dejaron sin democratizar la fuerza policial, manteniendo la línea de producción, que son las escuelas de Policía, en la línea del disciplinamiento absoluto a las Jerarquías, mediante la sumisión, en el entendido que graban a fuego “QUE EL POLICIA NO PUEDE PENSAR, DEBE OBEDECER”.

Es más difícil que en Uruguay corramos riesgos del efecto contagio, ya que tiene la posibilidad de tener interlocutores válidos (con representaciones verdaderas), y no estar en el riego de estas desorganizaciones, que lamentablemente, deja consecuencias y acá hay que ser objetivos, no estamos de acuerdo en la forma, pero el sistema político y la sociedad toda a veces hacen oídos sordos a los reclamos de los trabajadores Policiales y le violan sistemáticamente sus derechos humanos fundamentales, no los consideran personas, entonces alimentamos los ambientes y se recoge lo que se siembra.

El mensaje es: “cuidado, porqué a pesar estamos en mejores condiciones, reformulemos, pensemos examinemos actitudes, de parte de las autoridades, que hay mucha cosa no se hace bien, al contrario, los conflictos deben prevenirse y pacificarse, dejar la soberbia en el camino.

COMISION DIRECTIVA NACIONAL

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